Una hipoteca es una garantía real sobre un bien inmueble vinculada a un préstamo a largo plazo destinado a comprar una casa o un piso, por eso se llama préstamo hipotecario ... es decir ... cuando quieres comprar una casa o un piso y no tienes suficiente dinero, vas a pedir un préstamo a un banco. La hipoteca es la forma que tiene el banco de garantizarse la devolución del préstamos que falte por devolver en caso que quien lo solicitó, no cumpla con los pagos pactados periódicamente para ir devolviéndolo. De modo que esa garantía se inscribe en el Registro de la Propiedad en la misma ficha de la casa para que todo el mundo pueda comprobar que esa casa podría venderse forzosamente si el préstamo que hay pendiente no se paga en los términos acordados.
En la mayoría de los casos, cuando no tienes el dinero suficiente para comprar una casa, un banco u otra entidad financiera te presta el dinero que necesitas para comprarla. A cambio, tú te comprometes a devolver ese dinero más los intereses que te cobre el banco a lo largo de un período de tiempo acordado, que suele ser de varias décadas.
Pero, ojo, una hipoteca no es un préstamo hipotecario, aunque a veces se identifiquen
Ejemplo:
Imaginemos que estás buscando comprar tu primera casa y has encontrado una que te gusta por un precio de 200.000 euros. Decides pagar un 10% de la casa como pago inicial, es decir, 20.000 euros. El resto, 180.000 euros, lo financiarás a través de un préstamo hipotecario. Supongamos que has optado por uno a 30 años, con una tasa de interés fija del 3%. Utilizando una calculadora de préstamos hipotecarios, puedes determinar que tu pago mensual será de aproximadamente 758 euros (que incluye devolución del préstamo y los intereses que cobra el banco).
Una vez que estáis de acuerdo el banco y tú, firmáis un contrato ante notario (en escritura pública) en el que se incluyen dos acuerdos a la vez: por un lado, un acuerdo de préstamo (en las condiciones pactadas de importe, plazo, tipo de interés y cuotas de devolución) y un acuerdo de garantía real (se dice así jurídicamente porque hay un bien -casa o piso- concreto que queda listo para venderse en caso de incumplimiento, es decir, no hay que buscar en el patrimonio del deudor, se va contra ese bien de primeras) para el caso que se produzca el incumplimiento del acuerdo de préstamo por parte del deudor. El contrato de préstamo es el principal, mientras que el de hipoteca es accesorio (no puede vivir sin el principal).
Ahora, durante los próximos 30 años, estarás pagando 758 € cada mes para devolver el préstamo más los intereses. Si todo va bien, se habrá ejecutado el contrato de préstamo pero no el de hipoteca, que solo se ejercitará en caso que no se cumpla con el pago de las cuotas mensuales acordadas.
Conclusión:
Comprender qué es una hipoteca y cómo funciona es esencial para cualquier persona que esté considerando comprar una casa, de cara a entender todo lo que se firma, cómo y para qué. Lo que debe quedarnos claro si tenemos dudas sobre qué es una hipoteca, es que debemos aclarar si se está hablando del préstamo hipotecario, dado que comúnmente la gente lo denomina hipoteca, o de la garantía del mismo, que es lo que realmente es la hipoteca.
Aunque puede parecer abrumador al principio, educarse sobre los términos clave y buscar asesoramiento profesional puede ayudarte a tomar decisiones financieras sólidas y alcanzar tu sueño de ser propietario de una vivienda. Recuerda siempre comparar diferentes opciones de préstamos hipotecarios y elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y circunstancias financieras. ¡Buena suerte en tu búsqueda de casa!
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